miércoles, 27 de octubre de 2010

27 de Octubre 2010. Miércoles


Pinball . Ese juego donde una pelotita va rebotando entre decenas de obstáculos e intentamos, mediasnte unas pequeñas pestañas móviles, que esa pelota siga rebotando. Y ganando puntos que es lo importante.

Alguno, realmente elaborados, tienen objetivos clave donde te dan una bonificación de puntos, seguida de algún efecto sonoro o visual. Todo va muy deprisa, y hay que ser rápido, o en su defecto tener mucha monedas para seguir jugando.


Si, si, os he colado una metáfora sobre la vida. Pero es aproximada; para vivir “bien” hay que seguir rebotando contra miles de obstáculos, que hemos creado para nuestro disfrute, y quizás con mucha suerte dar en el blanco. La cuestión es moverse rápido, conseguir lo máximo y disfrutar de nuestra puntuación. Esto se consigue o jugando muy bien al juego de la suerte... o teniendo monedas para continuar.


Lo importante de ello no es tanto el circulo vicioso que demuestra, las prisas que nos matan, los miles de obstáculos imaginarios, el sistema de puntos, las monedas... No. Lo importante de esto es que este Pinball lo hemos fabricado nosotros.




domingo, 2 de agosto de 2009

Improbable

Las fluctuaciones de la realidad ondean al son de las manos de “La última cena” de Da Vinci. Bueno, odio todo eso de las conspiraciones así que dejare los homenajes de obras de arte del renacimiento para alguna otra (ácida) ocasión . La cuestión es que la realidad ondea, ondea con los pensamientos. *Risas* vamos; es una broma. La realidad es la dura piedra con la que moldear nuevas posibilidades. Pero es dura, la jodida.

Una vez vi algo tan duro como para romper la realidad. La cabeza de Alex. Alex tenía la cabeza en media centena de dimensiones “extra” y se podía ver como la cabeza “fugaba” en la línea de universo a la vez que se establecían nuevos puntos de vista a través de varias dimensiones, como lentes de colores desconocidos. Podría afirmar que su ojo tenia la forma de un platano creciendo en al ritmo de un “blues” interpretado por una orquesta de monos chifados.

Alex era poeta. No podía ser de otra manera. Sus matemáticamente probables versos hacía sentir sensaciones similares a las que tendría un poliedro desgranándose en moscas de siete dimensiones.Sus estrofas creaban campos de gravedad a través del polvo y sus rimas revelaban los secretos de los ángulos erróneos.

Pero Alex, se sentía solo en sus infinitesimales facetas. Se sentía como un diamante a la duocecima potencia entre circonitas 2d. Es decir, ¿Quién podía entender una poesía que físicamente abarca mas allá que su propio marco de realidad, que ha de leerse atraves de la nubosas formas de una dimensión ya de por si incorrecta?
Alex caminó a través de los planos mentales y metafísicos para llegar a Otro Sitio. Sus versos sirvieron de lanzadera a través de varias leyes imposibles para su viaje infinito.

Quiero decir, que Alex se fue y no volvió. Quiero decir que la improbabilidad de nuestra existencia nos puede llevar a otro sitio. Somos dudosamente inteligentes en una realidad probable en algún sitio improbable en la que ideamos posibilidades para intentar aclarar nuestra dudas a través de un dialogo imposible y así agrandar el marco de lo real.

O no.

martes, 28 de julio de 2009

Línea de universo

"Mierda” Pensó J. , al ver que la línea de universo de la pequeña Sandra acababa en el parachoques de su Clío.

lunes, 15 de junio de 2009

La Torre - Comienzo

El póologo de un comic que espero continuar…Clikar para agrandar (creo)

 

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sábado, 16 de mayo de 2009

Paisajes humanos

I

Doce polos opuestos a otros doce. Cada uno tiene su columna ribeteada en oro, oro de la muerte de las estrellas. Cada una marca un límite, veinticuatro limites. Veinticuatro puntos que enmarcan este gran desierto. Un gran desierto de sal bajo un cielo azul sin sol. Podríamos estirarnos e intentar llegar a un límite y rebasarlo. Pero somos nuestros límites.

Y un cordero muere en el desierto, sus tripas sobre la sal, su vida bajo el cielo azul. Su alma entre los veinticuatro limites.

II

Entre dos elevaciones, personales, se encuentra la planicie donde la lengua a veces resbala.

III

La cueva de dos bocas exhala su profundo suspiro. Huele a menta, rocío y humo.

El fuelle del mundo alimenta el fuego. Y el fuego llama, atrae, con su gravedad.

Inhalamos, inhalamos. No quema pero duele. No duele pero quema. Bajo la cueva una ligera cuenca por donde la lagrimas a veces, y solo a veces, retornan por un blando cráter de fuego.

IV

Y se pierden buscando formas, texturas y matices. Es la forma de vista primigenia. Observan el paisaje como un cartógrafo; sus humedales, junglas y arenas. Buscan huecos, colinas y accesos. Y las manos trabajan la tierra, cavan hondo, esparcen la vista como un manto de hierba.

V

Atlas no habría esperado jamás dos columnas como aquellas. Donde el azúcar, siempre moreno, brilla al rocío. Si capitel alguno y cuyas basas eran sendos arcos de tensión. Y regamos las raíces, con profusión, con risas, con calor. Librando su artesanía de la corrosiva sal del desierto. Despejando la delicadeza de las cuerdas salobres y viejas.

VI

Sobre el cielo azul nunca habrá un sol aunque lo imaginemos. Un universo de partículas, como matorrales, se extiende hacia el interior de la esfera del cielo. Y la esfera comprende los límites y los fija solo deseando no haberlos fijado. Y un cordero muere, a la luz del universo, sus tripas sobre la sal, su sangre coagulada por la peste.Sobre un cielo azul mil pájaros vuelan a los matorrales de nuestra mente.

VII

Y solo las dunas calman nuestra vista, solo las dunas acunan nuestros ojos.

VIII

El paisaje, denudo, abierto. El paisaje, en silencio, sobre la sal.

jueves, 30 de abril de 2009

Ilustraciones historiadas III

 

La siguiente historia no es mía, es una colaboración… Yo hice la ilustración pero la historia la escribió Rebeca (la veréis comentando por aquí así que no os doy mas detalles). Espero que os guste y… COMENTAD MALDITOS!!!!

(Muchas gracias REBECA!!!)

Roxanne

pareja 2 copia

La agonía le oprimía el pecho. Llevaba mucho tiempo corriendo, tanto, que no podía recordar cuando empezó. Apenas si recordaba lo que pasó, lo que la impulsó a correr. Un fuerte viento le golpeaba la cara y el olor musgoso de la humedad le invadió los pulmones.

Corría.

El tacto suave de unas manos, desabrochando hábilmente su camisa. Calientes, curiosas. - ¿Hasta dónde me vas a dejar llegar?

El repentino recuerdo de un olor dulce, excitante, asaltó su cerebro. – ¿Pero qué…? Sus pies descalzos resonaban rítmicamente sobre el asfalto.

Las mismas manos, palpando sin cuidado sobre su pantalón. - Estás muy húmeda cariño… Déjame que vea cómo solucionarlo. Notaba cómo la excitación iba extendiéndose como un relámpago por todo su cuerpo.

- ¿Qué coño ha pasado? ¿…Por qué sigo corriendo?

Su cuerpo desnudo, sus brazos acariciando una espalda cuyos relieves le eran desconocidos, acercando su fuente de placer, sintiendo el contacto húmedo y cálido de unos labios contra su piel. – Q..Quiero más…

El restallar de un trueno. Giró la cabeza. La calle estaba desierta, salvo por una cortina de agua que comenzó a extenderse desde el final de la calle. Siguió corriendo sin saber por qué. Una sensación insistente y palpitante comenzó a crecer entre sus piernas. Ahora que empezaba a recordar, quería más…

Una fuerte presión… Un calor inusual impulsándose desde su vientre por todo su cuerpo…

La lluvia le dio alcance y cientos de gotas restallaban enérgicamente contra su cuerpo, creando pequeñas oquedades que desaparecían tan pronto como emergían…

…creciendo a oleadas, una y otra vez, con aquellas manos firmes en sus caderas…

…y contra su ropa, que a cada paso que daba se humedecía más y más…

… mientras su columna se arqueaba y sus labios formaban una perfecta ‘O’…

. . .

. . .

Su cara se contrajo en una mueca de placer. El olor a humedad era cada vez más intenso. Pasó la lengua por sus labios, resecos pese a la lluvia, y detectó en ellos un suave sabor a sal. Temblaba, aun sin darse cuenta de aquello a lo que se estaba aproximando. Aún corría, y mientras lo hacía abrió los ojos, a tiempo de ver lo que parecía un enorme y arqueado pico negro, cerniéndose sobre ella. La niebla lo cubrió todo. Lo último que escuchó fue el chasquido de su pecho cediendo contra el asfalto.

martes, 28 de abril de 2009

El día que estornudé un gnomo

Lo siento, hoy no tengo potencial para inventarme una historia de ficción así que os contare el día que estornude un gnomo. La cosa empezó como empiezan todos los estornudos; con un ligero picor en mi nariz y terminó como es normal; en un poderoso "achis". Había estornudado un Gnomo